19/05/2023.
RESEÑA DE: Luis Ballesteros Andreu, Miembro del Observatorio, sobre el libro «Nadie nace en un cuerpo equivocado«. //
Reflexionamos en este artículo sobre un estudio serio y documentado sobre la cuestión discutida del fenómeno trans y el generismo queer, con un enfoque no solo filosófico sino asimismo bio – psicológico y sociológico. Se trata del estudio Nadie nace en un cuerpo equivocado, de José Errasti, profesor titular de psicología en la Universidad de Oviedo, y Marino Pérez Álvarez, catedrático de psicología clínica de la misma Universidad.
Los autores denuncian las contradicciones en las que caen los partidarios de estas ideologías y los peligros muchas veces irreversibles que conlleva su aplicación a los jóvenes. Una de las denuncias consiste en destacar la fe que reclaman los activistas queer y trans en la ideología que defienden. De esta forma, es difícil discutir con quienes parecen estar firmemente convencidos del carácter científico de su ideología. Ellos determinan además, lo que es políticamente correcto a pesar de que ya se notan las divergencias en la que están cayendo sus mismos partidarios.
Uno de los puntos de atención en los que se fijan los autores del libro es que estamos ante un negocio creciente porque las transiciones quirúrgicas de sexo y los correspondientes tratamientos hormonales son muy costosos, lo que podría explicar esa extraña seguridad con las que se sostienen unas ideas de suyo discutibles.
No tienen inconveniente los autores en admitir la existencia real de personas que no encajan o no se identifican con los estereotipos socioculturales de su sexo. Pero la existencia real del problema no justifica la solución propuesta que, al parecer de los autores del libro, no es adecuada por al menos cinco motivos:
- El activismo queer se basa en una filosofía insostenible y superada: el constructivismo posmoderno.
- La visión queer del sexo malinterpreta conocimientos biológicos para ponerlos al servicio de su análisis. Existen casos del orden del 0,018% en los que no se puede determinar el sexo. Esos datos no refutan el dimorfismo sexual ni puede impugnar la constatación del sexo al nacer que cuenta con un acierto del 99,98 % como pocas cosas en medicina.
- El movimiento queer y las legislaciones que promueve abren la posibilidad a numerosas intervenciones agresivas e irreversibles, quirúrgicas y farmacológicas especialmente inquietantes en el caso de personas cada vez más jóvenes de las que se puede dudar su capacidad de decidir ante tales circunstancias.
- Principios conocidos por la psicología que tienen que ver con el aprendizaje social pueden explicar más satisfactoriamente los problemas reales a los que se enfrentan estas personas.
- El enfoque queer tiene mucho de individualismo, sentimentalismo y narcisismo muy afines a la sociedad actual, pero las respuestas que da no son las únicas posibles.
No sería el cuerpo equivocado donde uno estaría atrapado, sino más bien en los discursos y normas que regulan la identidad de género. En muchos casos, pueden plantearse alternativas como una espera atenta, una exploración psicoterapéutica y la evaluación psicológica. Las terapias llamadas de conversión son muchas veces soluciones que no resuelven el problema de fondo, como se ha comprobado en personas que quisieran volver atrás y no pueden.