Artículo por Gesa Buettner.

Hechos y cifras
Más de 65 millones de personas han huido de sus hogares en todo el mundo, esta es la cifra más alta indicada nunca por el consejo de la ONU para los refugiados.
Las razones para la huida a menudo son parecidas: persecución, conflicto, guerra y pobreza. 40,8 millones de personas son refugiadas en su país y 21,3 millones están buscando refugio fuera de su país. Desde la década de 1990 el número de refugiados ha aumentado continuamente, pero especialmente en los últimos 5 años el número de refugiados en el mundo se ha incrementado dramáticamente. En 2005, cada minuto huían 6 personas, cuando hoy son 24.
Muchos refugiados están desplazados internamente, significa que no salen de su país y solo un porcentaje pequeño de la gente que abandona su país se pone en camino a Europa. En 2015, aproximadamente 1 millón de personas se refugiaron en Europa, afrontando Europa la peor crisis migratoria y humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Respondiendo al gran flujo de refugiados, los estados del este de Europa cerraron la ruta de los Balcanes, que era la más utilizada. La consecuencia fue que miles de personas se quedaron atascadas en Grecia y las islas de Grecia. Pero no solo en Grecia la gente se queda frenada, también sucede en otros países de llegada como Francia e Italia. Desesperada y en busca de refugio, la gente intenta llegar a Europa, arriesgando sus vidas. El resultado es que en solo 2015 se han ahogado 3.700 personas en el Mar Mediterráneo. Con la ayuda de los traficantes, los refugiados se suben a barcas inestables y abarrotadas.
Hasta ahora, en 2016, 200.000 refugiados han tomado el camino peligroso del Mar Mediterráneo. Mientras que el número de cruzados ilegales desde Turquía a Grecia ha disminuido, más refugiados intentan el camino directo desde Egipto y Libia a Italia.

El pronóstico del futuro tampoco parece positivo por otra dimensión: los refugiados medioambientales. Según Sami Naïr, politólogo, vamos a tener 90 millones de refugiados medioambientales en 20-25 años (por el momento son 25 millones) La pregunta es cómo abordar ese problema. ¿Se considera a la gente migrantes o refugiados? Hasta el momento, las personas que huyen por causas medioambientales se llaman migrantes económicos. Hay que cambiar la Convención de Ginebra de 1951 porque no incluye los migrantes económicos. Intervenir en los países afectados podría evitar la situación: reforestación, crear infraestructuras de suministro de agua o utilizar energía solar son opciones posibles para mejorar la situación.
La situación en Siria
Miles perdieron sus vidas en más de cuatro años de conflicto armado que empezó con manifestaciones contra el gobierno antes de escalar en una guerra civil. En marzo de 2011 estallaron manifestaciones a favor de la democracia en Deraa, en las que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes. Eso desencadenó manifestaciones a nivel nacional, demandando la dimisión del presidente Assad. En julio de 2011, cientos de miles se manifestaron en las calles del país. Finalmente, los seguidores de la oposición tomaron las armas, primero para defenderse y luego para expulsar las fuerzas de seguridad de sus áreas locales. El conflicto escaló y ascendió a una guerra civil. Según la UN, más de 250.000 personas han perdido sus vidas. El conflicto se ha convertido más en una batalla entre seguidores y oponentes de Assad. Ha adquirido tonos sectarios, enfrentando a la mayoría sunita del país contra la secta del presidente “Shia Alawite” y obligando a intervenir a poderes nacionales y mundiales. El ascenso del grupo yihadista Estado Islámico añadió otra dimensión al conflicto.

Desde el inicio en 2011, aproximadamente 11 millones de sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares. En febrero de 2016, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés), ha estimado que 13,5 millones personas necesitan ayuda humanitaria.
Situación problemática en las países de llegada
Los países de llegada (Grecia, Italia, Francia) tienen dificultades para acomodar a los refugiados cuando llegan.
Grecia recibe la mayoría de refugiados que cruzan el mar Mediterráneo. El país maltratado por la crisis tiene problemas ofrecer ayuda humanitaria suficiente, y especialmente la isla de Lesbos. Solo en febrero, alrededor de 30.000 refugiados de Siria, Irak y Afganistán llegaron a la pequeña isla.

Lesbos funciona como un tipo de limbo, una zona de transición, porque muchos refugiados quieren irse a Atenas, para seguir más al norte desde allí. La gente local ofreció gran ayuda humanitaria a la gente que la necesitaba. Ofrecieron comida para los niños en la playa y rescataron refugiados del agua. Dos personas de la isla fueron nombradas para el Premio Nobel como representantes de la respuesta colectiva de la isla.
Aunque en septiembre llegaron la ONU y las ONG y empezaron a ayudar, la situación todavía es inestable y difícil. Muchas personas están capturadas bajo circunstancias deplorables. Los refugiados sufren una constante frustración e incertidumbre sobre su futuro y eso escala frecuentemente en violencia y disturbios. Pero no solo las islas griegas tienen dificultades.

También dentro del país, por ejemplo en Idomeni (cerca de la frontera con Macedonia) la situación es bastante difícil. 10.000 personas se quedaron atascadas en Idomeni después de que Macedonia cerrara sus fronteras completamente en marzo y construyera una cerca; un emblema del fracaso de Europa en la crisis de los refugiados. Estallaron los disturbios y los refugiados intentaron derribar las cercas y la policía de Macedonia respondió utilizando aerosol de pimienta. El 40% de la gente que vivía en el campamento eran menores de edad, las organizaciones de ayuda tuvieron dificultades para ofrecer alimentación y voluntarios de la organización de ayuda “Médicos sin Fronteras” informaron que algunos niños habían empezado a cruzar la frontera por sí mismos y nadie sabe dónde están ahora – circunstancias desastrosas. En mayo las autoridades griegas empezaron a despejar el campamento durante una acción que duró 10 días. Autobuses llevaron a la gente hacia nuevos campamentos oficiales, también en la ciudad más grande del país, Tesalónica. Algunas personas expresaron preocupación porque las facilidades no eran suficientes para la cantidad de refugiados y muchas personas desplazadas se habían negado a abandonar el campamento porque tenían la esperanza de que la frontera fuera a reabrir. Otros intentaron a cruzar la frontera con la ayuda de los traficantes.

Otro punto de conflicto más antiguo se puede encontrar en Calais, Francia. Fundado como una instalación receptora el campamento fue establecido en 1999 y fue superpoblado en poco tiempo. El campamento de Calais está poblado por personas no europeas de países afectados por conflictos. Al principio, la mayoría eran kurdo iraquíes, pero en 2014 la mayoría era de Sudán, Eritrea y Etiopía. Los refugiados intentan desesperadamente ponerse en camino a Inglaterra a través del Eurotúnel. Para ello, los refugiados ralentizan el tráfico y saltan encima de los camiones, poniendo en peligro sus vidas. El campamento fue cerrado en 2001 y 2002, lo que produjo disturbios. Según datos oficiales 6.900 personas viven en “La Jungla” bajo circunstancias fatales, pero las organizaciones de ayuda estiman que el número es de 9-000. Francia tiene dificultades para ofrecer un alojamiento adecuado a los solicitantes de asilo; solo un tercio encuentra alojamiento en los centros de recepción. Según Human Rights Watch las personas viven bajo circunstancias inhumanas (falta de alimentación, agua, ayuda sanitaria) pero también sufren acoso y abuso, como palizas y ataques con aerosol de pimienta. Izza Leghtas, investigador de oeste de Europa de Human Rights Watch ha declarado: “los solicitantes de asilo y migrantes no deberían vivir en las calles. Ofrecer condiciones de recepción adecuadas y tratamiento humano no solo es una obligación legal, sino también es lo correcto para terminar el limbo en el que se encuentran muchos refugiados en Calais. El gobierno francés debería impedir el abuso policial y respetar su compromiso de ofrecer alojamiento a los refugiados”
Violación de los derechos humanos durante la crisis de refugiados
Esta es la crisis de refugiados más grande que Europa ha enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Por la falta de una solución política, los derechos humanos están siendo violados con regularidad. El alto flujo de refugiados es una novedad y un gran reto para muchos países y algunos no tienen la estabilidad económica para ofrecer lo que es necesario para asegurar el tratamiento digo de la gente que llega. La violación de derechos humanos a lo largo del camino es innumerable, ocurre de muchas maneras diferentes y afecta a adultos tanto como a niños.
Por ejemplo, muchos refugiados que llegan son devueltos, lo que supone una violación del principio de no devolución. El principio de no devolución es una ley internacional que prohíbe el retorno de refugiados a países o estados donde estén en riesgo de tortura o graves violaciones de derechos humanos.
Pero la devolución de refugiados no es el único problema. Las personas son forzadas con violencia en acciones llamadas “Push-Back” – una infracción de la ley internacional. Por ejemplo en mayo de 2009, un barco con 200 a bordo fue detenido poco antes de llegar a Lampedusa, una isla italiana entre Europa y el norte de África. Los 200 refugiados de Somalia y Eritrea fueron devueltos a Libia por los guardias fronterizos. Su viaje de 10 horas terminó en el puerto de Trípolis en Libia, que estaba gobernada por Gaddafi en ese tiempo. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos constató que esa acción iba contra la ley.
También Turquía era sospechosa de haber mandado refugiados de Turquía a Siria. Según Amnistía Internacional, hombres, mujeres y niños eran mandados en grupos de hasta 100 personas.
La cifra exacta no es conocida, pero es responsabilidad de Europa poner fin a las violaciones de derechos humanos. Investigaciones en la frontera en el sur de Turquía mostraron que Turquía no es un país seguro para los refugiados y por eso los estados miembros de la Unión Europea deberían urgir a Ankara para que ofrezca protección para los refugiados y terminar la violación de los derechos humanos.
Otro problema grave que fue señalado por la ACNUR es el tráfico humano. El tráfico de personas es un crimen que implica violaciones graves a los derechos humanos de sus víctimas. Las víctimas intentan desesperadamente huir de la guerra, la persecución y la pobreza, por lo tanto son presa fácil para los traficantes que prometen un futuro brillante en Europa. En promedio, un refugiado tiene que pagar 3.000$ para viajar a Europa; sin la certeza de sobrevivir al viaje. Los negocios, legales e ilegales, están en auge y se estima que los refugiados han gastado cientos de millones de dólares a lo largo de su camino. Los traficantes simplemente y despiadadamente se consideran como “proveedores de servicio” La gente está separada de su estructuras económicas y sociales, así que son muy vulnerables de ser engañados a la explotación. El número de personas que son forzadas a la esclavitud en el mundo ha aumentado por las situaciones de crisis. Especialmente vulnerables y afectadas son los menores no acompañados, mujeres y niñas. La esclavitud moderna es un delito oculto y muy difícil de combatir, porque encontrar evidencias casi es imposible. Terminar la esclavitud moderna ya está contemplado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas por primera vez.
Otro problema que ha sido mencionado por Human Rights Watch son los menores no acompañados, especialmente en Grecia.

Muchos niños llegan a Grecia sin padres o representante legal y las autoridades griegas tienen que proteger a esos niños. Pero la realidad es muy diferente: la ausencia de alojamiento resulta en detenciones arbitrarias bajo circunstancias malas y degradantes. Según el gobierno griego la detención funciona como medio para proteger a los niños y actuar en su interés. La ley internacional, las directivas europeas y la ley nacional, dice que la detención de los niños no acompañados solo se puede usar como medio de último recurso, en circunstancias excepcionales y solo por el periodo más breve posible. Pero los niños en Grecia sufren detenciones continuamente. Las fichas de la policía muestran que los niños son capturados en promedio un mes, en condiciones antihigiénicas. También sufren maltrato por parte de la policía. Además, no se les ofrece a los niños los cuidados y servicios esenciales. Los niños tienen el derecho a recibir tratamiento médico, asesoramiento psicológico, asistencia jurídica y también a tener una entrevista en un idioma que entiendan. La falta de intérpretes es un problema muy grande, porque transmitir informaciones de manera adecuada es casi imposible. Human Rights Watch publicó un informe en cual está documentado que los abusos que ocurren en Grecia violan tanto la legislación internacional como la legislación griega. El derecho a la libertad de los niños está siendo violado por los periodos largos de detención arbitraria. La detención de los niños en condiciones abarrotadas y antihigiénicas, sin lugares adecuados para dormir, ni sanitarios es un tratamiento inhumano y degradante. Durante su detención se les niega el cuidado, la protección y los servicios a los que tienen derecho.
Pero no solo los niños son capturados, refugiados de cualquier edad o género están siendo detenidos bajo circunstancias inhumanas, ignorando sus derechos mínimos como ser humano.
Se enfrentan con medidas de restricción que les niegan el acceso a territorio seguro durante el proceso de solicitar asilo. Algunas personas desplazadas están siendo atacadas o reclutadas en las fuerzas amadas y forzadas a luchar. También los refugiados y solicitantes de asilo son víctimas de agresiones racistas.
Los derechos humanos son violados a lo largo de las fronteras; más de 23.000 personas murieron a la puerta de Europa o desaparecieron sin rastro. Países fronterizos como Grecia o Bulgaria devolvieron refugiados, violando las leyes internacionales. Mucha gente, especialmente Sirios, Eritreos y Somalíes, se encuentran atascados en zonas de transito- especialmente en Libia, donde la gente es capturada en centros de detención, sufriendo torturas y abusos. Hay que abrir caminos legales para poner fin a los ahogamientos en el mar Mediterráneo.
¿Cuáles son los pasos que se han tomado para mejorar la situación?
Los esfuerzos que se han hecho para mejorar la situación han sido insuficientes e incoherentes. Europa carece de una política fuerte y común respecto al flujo de refugiados. Parece que los pasos que se han tomado hasta ahora han tenido el objetivo de únicamente reducir el flujo de los refugiados y no de mejorar la situación para ellos. En lugar de mejorar las situaciones en los campamentos de refugiados, se han invertido millones de Euros en la seguridad y protección de las fronteras.
Cada día centenares de personas se ahogan delante de las fronteras europeas. Para evitar esas muertes, Italia estableció la operación marítima de rescate “Mare Nostrum” en 2013. Con la operación salvaron miles de vidas, aproximadamente 150.000 personas fueron salvadas.

Pero la operación fue creada con la intención temporal y fue poco popular políticamente (la gente dijo que habían “abierto la carretera” para los migrantes y que iba a motivar a gente a comenzar el peligroso viaje) así que terminó la operación en octubre de 2014. La operación era bastante costosa para un solo estado de Europa, pero los otros estados miembro de Europa no le ofrecieron el apoyo que Italia solicitó. Eso dejó la tarea a la operación de Frontex “Operación Tritón”. Tritón tiene menos capacidades de búsqueda y de salvamento. Además, Frontex es una agencia europea de control de fronteras, basada en Polonia, que se centra en la aplicación fronteriza en vez de salvar vidas.
El cierre de la ruta de Balcanes causó un debate intenso. En marzo de 2016 Eslovenia anunció el cierre de sus fronteras y como reacción a eso, Macedonia y Serbia tomaron los mismos pasos. Solo las personas que tienen una visa válida o solicitan asilo en Eslovenia pueden pasar.

Además, Europa ha llegado a un acuerdo con Turquía: a partir del 20 de marzo de 2016 los refugiados que llegaron a Grecia de manera ilegal van a ser devueltos a Turquía. Sin embargo, Grecia tiene la obligación de procesar cada solicitud de asilo individualmente, porque dice en el acuerdo que no habrá “expulsiones colectivas”. Si una persona puede demostrar que no estará segura en Turquía, tiene el derecho de buscar refugio en Europa. El acuerdo también incluye un consentimiento acerca de la distribución: para cada sirio sea devuelto desde Grecia a Turquía, un sirio del país puede entrar Europa en legalmente. De esta manera, la entrada ilegal a Europa debe convertirse en una opción poco atractiva.
En septiembre 2015 Europa adoptó la primera medida conjunta para aliviar la crisis de los refugiados. Con el fin de apoyar a los países de llegada, los Estados miembro de la Unión Europea se pusieron de acuerdo para repartir 120.000 solicitantes de asilo procedentes de los territorios con más llegadas, en principio Grecia e Italia.
El texto recibió el voto contrario de Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía. Finlandia se abstuvo.
El problema con el texto es que los Estados miembro aceptan las cifras de manera voluntaria. La idea de cuotas no figura en el texto legal, así que se trata de algo simbólico más que de una realidad. Por consiguiente, los países que no cumplen su parte, no se enfrentan a ningún castigo.
Por la falta de la presión política y la voluntad de los países, solo se ha repartido el 3,5% de los 160.000 refugiados que prometió hace un año. En una conferencia de prensa el Comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, sigue instando a los países a cumplir lo pactado: “La solidaridad no es solo moral, sino también una responsabilidad legal encuadrada en el tratado europeo. Los Estados miembros tienen que cumplir respecto a lo que ya se ha acordado”.
La responsabilidad de Europa
Sobre todo, Europa tiene la responsabilidad urgente de proteger la vida de las personas. Por ello, las operaciones marítimas de rescate deben mejorar. Las medidas tomadas por Europa no deben enfatizar en la protección y fortalecimiento de las fronteras, bloqueando Europa. Incluso en el mar se aplican los estándares de la protección de la convención de refugiados, siguiendo el principio de no devolución, que declara que ningún refugiado puede ser devuelto a un país donde su vida está en peligro. Rechazar un barco con refugiados está por ello prohibido.

La crisis de refugiados no solo es un asunto nacional, sino internacional. Una solución satisfactoria solo puede ser lograda si los estados miembro de Europa trabajan en estrecho contacto. Cada país de Europa es responsable de lo que pasa en los otros países. Es indigno para Europa aceptar el hecho que menores no acompañados y adultos sean detenidos y torturados. Las obligaciones humanitarias no pueden abandonar a los países del sur de Europa.
Una solución propuesto por Sami Naïr podría ser lo que se realizó en 1920 para las víctimas de la Primera Guerra Mundial: El pasaporte Nansen. Ese documento permitiría a la gente resolver sus problemas esenciales y en vez de quedarse en campamentos, eran capaces de buscar asilo en cualquier lugar del mundo.

Es responsabilidad de Europa encontrar una solución que cumpla los estándares de derechos humanos. Eso implica la distribución de refugiados dentro de Europa. Un gran problema es el reglamento de Dublín II que implica que los refugiados solo pueden solicitar asilo en el país donde llegaron primero. Eso es muy cómodo para países que no forman la frontera exterior de Europa pero en realidad solo es una distribución injusta. Según Sami Naïr el asunto de la crisis de refugiados es una cuestión de la ley internacional y no solo una cuestión de solidaridad. También indica que hay dos maneras para manejar la crisis: la manera civilizada o la manera incivilizada, refiriéndose a la mentalidad conservadora en toda Europa. La pregunta es: ¿Vamos a manejar los problemas con sugestiones de derecho o vamos a resolver los problemas con solidaridad y civilización?
A la luz de los últimos acontecimientos, la Fundación Mainel va a organizar el I Congreso Internacional sobre Derechos Humanos: los derechos de los refugiados y las responsabilidades de Europa). Va a tomar lugar en Valencia el 17 y 18 de Febrero 2017.
http://www.zeit.de/thema/fluechtling
https://www.boell.de/de/2016/06/21/der-neue-unhcr-bericht-europas-verantwortung
http://data.unhcr.org/mediterranean/regional.php#_ga=1.94780700.1832042770.1473334220
http://www.bbc.com/news/world-middle-east-26116868
http://www.zeit.de/wirtschaft/2016-03/griechenland-fluechtlinge-grenze-mazedonien-idomeni-unhcr
http://www.bbc.com/news/uk-29074736
https://www.hrw.org/news/2015/01/20/france-migrants-asylum-seekers-abused-and-destitute
http://www.unhcr.org/4ae1a1099.html
http://www.planet-wissen.de/geschichte/menschenrechte/fluechtlinge/festung-europa-flucht-100.html
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/FactSheet20en.pdf
http://elpais.com/elpais/2016/09/19/planeta_futuro/1474306221_314427.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/22/actualidad/1442936990_887494.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/09/28/actualidad/1475057959_651744.html