La Unión Europea ha declarado el 2015 como el Año Europeo del Desarrollo. Uno de sus objetivos principales es realizar un balance para ver los Objetivos de Desarrollo del Milenio conseguidos, junto a la nueva agenda Post-2015. La tarea principal de los nuevos europarlamentarios y funcionarios europeos será revisar, evaluar e informar sobre el impacto de las acciones del conjunto de los países de la unión.
¿Por qué es tan importante que la Unión Europea realice todos estos objetivos? La UE, junto a sus Estados, es el primer donante mundial; en 2013 dieron más de la mitad de la ayuda pública, invirtiendo 56.500 millones de euros para luchar contra la pobreza. En diciembre de ese mismo año, el Parlamento aprobó que se destinaran más de 51.419 millones de euros a la política exterior de la UE en un periodo de 2014 hasta 2020. La ayuda europea se destina a alrededor de 150 países en el mundo, entre los que figuran, dando un ejemplo, Afganistán o Zimbaue. Cada vez más se centra en las zonas más pobres y desfavorecidas, destinando alrededor del 75 por ciento de las ayudas a países de regiones como el África Subsahariana.
Abandera el desarrollo sostenible y se encuentra en la búsqueda de la coherencia de políticas para conseguir llevar la dignidad humana donde realmente pertenece, que es arriba de cualquier objetivo o meta.
El Año Europeo del Desarrollo se basará en unas guías de acción, el Programa para el cambio y la Comunicación ‘Vida digna para todos’, para las actividades que se van a llevar a cabo; versará en torno a actividades en las instituciones comunitarias y en los Estados miembros a través de los actores que intervienen en la cooperación al desarrollo, de forma que se convertirá en una oportunidad clave para crear conciencia sobre la acción exterior de la Unión Europea y de los actores de la cooperación internacional al desarrollo.
La cooperación de la Unión Europea es muy amplia. Aquí dejamos 15 cosas que la UE nos presenta para que estemos un poco más cerca y sepamos qué es lo que hacen y qué es lo que harán:
1. La ayuda de la UE se centra en los países que más la necesitan.
La ayuda de la UE al desarrollo beneficia a unos 150 países de todo el mundo. Pero, en los últimos años, varios países en desarrollo han experimentado un fuerte crecimiento económico que les ha permitido reducir la pobreza. Por eso, a partir de 2014, la UE ha empezado a eliminar las ayudas directas a algunos grandes países como la India y a otros como Malasia o muchos países latinoamericanos. Este proceso se denomina “graduación”. En cambio, nos centraremos cada vez más en los lugares más pobres del mundo. En el período 2014-2020, alrededor del 75% de las ayudas se destinará a estos países, que además se ven frecuentemente afectados por graves conflictos o catástrofes naturales que hacen a sus ciudadanos especialmente vulnerables. La UE es el único donante mundial que ayuda a todos los países frágiles o víctimas de conflictos.
2. La UE contribuye a mejorar la vida de millones de personas.
En la última década, gracias a los fondos de la UE, casi 14 millones de alumnos empezaron clases de enseñanza primaria, más de 70 millones de personas consiguieron tener agua potable de mejor calidad y más de 7,5 millones de partos contaron con la asistencia de personal sanitario cualificado, lo que salvó las vidas de muchas madres y recién nacidos. Son tan solo algunas de las formas en que la UE contribuye a alcanzar los objetivos del Milenio.
3. La ayuda de la UE es transparente: saber adónde va el dinero es fácil.
La UE ha figurado repetidas veces entre los donantes de ayuda más transparentes. Informar sobre el importe y el destino de las ayudas no solo permite a los contribuyentes comprobar que su dinero se utilice con cordura, sino que evita que se solapen varios donantes y contribuye a combatir la corrupción y el uso indebido de fondos.
Hay varias herramientas que permiten averiguar adónde va el dinero de la UE. El Explorador de la Ayuda de la UE permite acceder fácilmente a información completa y exacta de lo que hacen los donantes en todo el mundo. El Sistema de Transparencia Financiera de la Comisión Europea indica quién recibe cada año financiación de la Comisión.
4. Para prevenir el fraude y la corrupción, la ayuda de la UE se somete a inspecciones y auditorías periódicas.
5. Juntos, la UE y sus países miembros son los donantes más generosos del mundo de ayuda oficial al desarrollo.
6. Los países en desarrollo influyen mucho en cómo se gasta la ayuda de la UE, adónde va y a qué se destina.
Puede encontrarse más información sobre este principio, denominado «propiedad nacional», en el «Programa para el cambio» de la UE.
7. Para llevar a cabo sobre el terreno sus proyectos de desarrollo, la UE recurre a organizaciones con la experiencia adecuada.
La UE concede a menudo ayuda financiera a organizaciones no gubernamentales locales: desde una asociación local de abogadas que contribuye a hacer valer los derechos de las mujeres hasta conocidas organizaciones internacionales (como Amnistía Internacional) para que defiendan los derechos humanos.
8. A la hora de planificar su cooperación con los países socios, la UE cuenta con las organizaciones de la sociedad civil.
Al elaborar sus programas, la UE no solo trabaja con los gobiernos, sino que también se asegura de que participen en los debates las organizaciones de la sociedad civil. Pueden ser desde organizaciones no gubernamentales hasta sindicatos, pasando por grupos de defensa de los derechos humanos, organizaciones de defensa del medio ambiente, cámaras de comercio, etc.
9. En torno al 25% de las ayudas de la UE se conceden directamente a los gobiernos para que puedan hacer su trabajo según las prioridades que ellos mismos definen en estrecho diálogo con la UE.
Cómo la UE utiliza las diferentes formas de apoyo presupuestario.
10. La UE tiene un total de 139 delegaciones y oficinas repartidas por todo el mundo, más que cualquier país miembro de la UE. Y, sin embargo, su ayuda exterior representa menos de una décima parte de su presupuesto.
11. En muchos países, la UE y sus países miembros se ponen de acuerdo para trabajar de forma coordinada y sin repetir esfuerzos.
Hemos lanzado en más de 40 países la denominada «programación conjunta». Consiste en que la UE y los países miembros evalúan conjuntamente cuáles son los principales problemas y desafíos que se le plantean a un país en desarrollo.
12. La UE se esfuerza por que su trabajo en áreas como el comercio y las finanzas, la agricultura, la seguridad, el cambio climático o la migración ayude a superar la pobreza en los países en desarrollo.
Es lo que llamamos «coherencia política para el desarrollo«. Mucho de lo que hacen la UE y sus países miembros en todos esos campos tiene que ver con el desarrollo.
13. La ayuda humanitaria y la cooperación al desarrollo de la UE no son lo mismo, pero van de la mano.
La ayuda humanitaria contribuye a salvar vidas rápidamente en situaciones de crisis y a atender las necesidades básicas: suministrar alimentos, dar refugio o prestar asistencia médica en caso de conflicto o catástrofe natural. La ayuda al desarrollo apoya a los países a medio y largo plazo para que puedan superar la pobreza y alcanzar un crecimiento económico sostenible que beneficie a todos los sectores de la sociedad. Para garantizar que el paso de la ayuda de urgencia a la ayuda al desarrollo discurra sin problemas, la UE pone todo su empeño en vincular ambas entre sí.
Pero vamos aún más allá: muchos países sufren crisis recurrentes, por ejemplo debidas al cambio climático. Los expertos en desarrollo y ayuda humanitaria deben colaborar para hacer más resistentes las sociedades de estos países. Para eso puede ser necesario reforzar la preparación de un Estado ante situaciones de emergencia o su sistema sanitario y educativo. O también potenciar los mercados de productos alimenticios y empoderar a las comunidades locales y las personas en su vida cotidiana para que puedan prevenir y gestionar los riesgos con rapidez y superar el impacto de las sequías, la violencia, los conflictos o las catástrofes naturales.
14. Desde 1990 el mundo ha conseguido reducir a la mitad el número de personas en situación de pobreza extrema.
15. Los europeos creemos que tenemos la responsabilidad de ayudar a las personas de los países pobres. Muchos están dispuestos a pagar lo que les corresponda.
Una amplia mayoría de europeos (85%) cree que es importante ayudar a las poblaciones de los países en desarrollo. Así lo indica una reciente encuesta de Eurobarómetro realizada entre 28.000 ciudadanos.
